martes, 31 de mayo de 2011

Un dulce no tan dulce

        Sucedió en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en octubre de 2004, en una clase de la carrera de Medicina. El profesor estaba hablando de los altos niveles de glucosa hallados en el semen, una asistente levantó la mano y preguntó:

- Si le he entendido bien, está usted diciendo que hay un montón de glucosa, como en el azúcar, en el semen masculino.
- Es correcto, respondió el profesor.
       Levantando la mano de nuevo la chica preguntó:
- Entonces, ¿por qué no sabe dulce?
      Tras un silencio estupefacto, la clase completa estalló en risas. La cara de la pobre chica se puso de un rojo brillante cuando se dio cuenta de lo que, sin querer, había dicho. Recogió sus libros, sin decir una palabra, y salió de la clase a la que nunca más regresó.
       Sin embargo, mientras cruzaba la puerta, la respuesta del profesor fue clara, totalmente serio, respondió a su pregunta:
- No le sabe dulce porque las papilas gustativas para detectar los azúcares están en la punta de la lengua y no al fondo de la garganta.

Mariel Salazar

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