jueves, 26 de mayo de 2011

¿Entonces nunca hago nada?


    Un día un padre de familia llega a su casa agotado, luego de una larga jornada de trabajo. Al bajarse del auto mira con asombro que sus tres hijos están en el patio jugando en la tierra con la manguera abierta bañándose en lodo, queda atónito al observar que la puerta del carro de su esposa tiene la puerta del piloto abierta y hay un desastre en el frente de la casa de papel de baño y pañales en la grama.
   La situación se vuelve más extraña cuando se acerca a la puerta y se da cuenta de que está completamente abierta, entra con curiosidad a la sala y ve leche derramada en el piso, los platos rotos en el suelo, comida pegada en las paredes y el lavaplatos lleno de trastes.
  El hombre se dirige hacia las escaleras y sube a la segunda planta desconcertado, pensando que quizá a su esposa le pudo haber pasado algo, que tal vez estaba herida o enferma, decide apresurar el paso y cuando se acerca a la habitación principal escucha la risa de su mujer, entra al cuarto y la encuentra acostada en la cama leyendo una novela. El hombre totalmente confundido la mira y le pregunta “¿qué pasó aquí hoy?”, ella responde, “sabes que siempre llegas preguntado ¿qué rayos hice durante todo el día?, bueno hoy decidí no hacerlo…
Mariel Salazar

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