Reportero por inercia

Esta es la historia de…

…a estas alturas o comienzos de la vida, EverestGranzón, apenas empezando en sucarrera, pero cansado de caminar por estas calles, puede asegurar que todo lo que ha aprendido en su experiencia como reportero, ha sido por cuenta propia.

“He salido a la calle buscando nuevos aprendizajes con una brújula; la pasión por ser un gran periodista, y es así como he encontrado a personas, paisajes, vivencias, caminos que me han enseñado el verdadero rostro de la noticia. Un saludo que se convierte en un lead, una historia desenfadada, melancólica, alegre o estática que termina en un cuerpo y una mirada que se eterniza en un final.

Cada día, es una nueva enseñanza. Cada minuto un nuevo sacrificio, esperar tiempos interminables por una declaración, luchar contra el reloj, huir de las necesidades y entregar todo en una palabra y un mensaje. Nada se compara con la aventura y el riesgo de cazar una noticia y mucha más olfatearla antes de producirse, sentido que he alimentado con dosis de astucia y prevención.

Sí, es cierto. Nadie nace con un libro bajo el brazo y yo no soy la excepción. Ni tampoco me quejo de los sinsabores y caminos espinosos que me llevan a crecer, al contrario no hay nada más placentero que ver el fruto del esfuerzo de un equipo, en una gran noticia”.