lunes, 30 de mayo de 2011

Un cuento de hadas cotidiano

Un sábado por la noche, cuando ya se acercaba la madrugada y la princesa dormía como Dios manda de repente un sonido la despertó, era el de su celular, el cual indicaba que el principe rosado estaba anhelando un beso de su amada…
La princesa esperó 2 minutos para despertarse completamente y decidió llamar a su principe el cual dulcemente ya se encontraba esperándola en su carruaje último modelo…
La princesita era un poco caprichosa y se molestaba mucho si  su amor no aparecía al instante. Sin embargo, su  malcriadez se desvanecía y sus ojos se iban de amor cuando sus amado llegaba sólo a sorprenderla con un beso de amor.
El principe esa noche tenía intenciones de convertirla en la hermosa reina de aquel país y amarla  para siempre en un mundo lleno de rosas y mariposas que la hicieran feliz eternamente.
La princesa que no tenía ni remota idea de lo que ocurriria aquella noche, se había vestido y arregaldo para el encuentro más inesperado.  Al ver a su principe rosado con rosas y chocolates, le dio un enorme beso de recibimiento y decidió comenzar una amena conversación que despertara más el amor que se sentían.
Los principes estaban conversando cuando decidieron ir a comer juntos, la princesa pidió un delicioso postre mientras él solo la veía enamorado y en ese momento le propuso ser su reina.
Los mesoneros colocaron tenue la luz, prendieron unas velas y una música de fondo crearon instante de fantasías. Los jóvenes comenzaron a charlar, el principe sacó de su bolsillo una hermosa rosa que contenía un anillo adentro, inesperadamente se arrodilló y le preguntó a la princesa que si deseaba ser la reina de su castillo y su corazón… La bella joven  sin pensarlo mucho acepto, y  al poco tiempo se casaron..
                                             ...


 El principe luego de casarse se volvió un dragón que acabó con los dulces sueños de la princesa, trató de hacerle la vida imposible, pero la hermosa muchacha con el corazón hecho mil pedazos decidió irse de su lado y le dejó una nota que decía:

“Querido amor, aunque decidiste después de hacerme feliz volverme la persona más desdichada de la tierra , hoy me voy , te dejo todas nuestras cuentas pero me llevo el carruaje último modelo y las tarjetas de crédito que necesitaré para llegar hasta al castillo de mis padres donde volveré completamente feliz. Gracias por no matarme de la tristeza, y por hacerme una mujer fuerte para que cuando vuelva otro como tú a querer desdicharme la vida ya sepa como actuar, besos.”



"Las princesas aunque vivan entre sirvientes y lujos siempre serán mujeres agerridas que no permitirán que nadie las pisotee”



 Ysabel Chópite


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