Bendita borrachera!!

Esta es la historia de…

…Siendo el único huésped del hotel de la calle Bolívar de nuestra querida y lunada (llena de huecos) Barcelona, y no precisamente por el esplendor que irradia, conocí a un abogado muy mentado en el estado y de apellido Zambrano, con quien hice, más rápido que pelar mandarinas, una excelente amistad llena de camaradería.

            El experto en leyes y artículos legales, era una persona culta y muy conversadora… lo cierto es que en una oportunidad, mientras hablamos del poder público y como ha venido haciendo estragos en los últimos años, vimos la hora y decidimos tomarnos unas cervecitas. Enseguida nos dirigimos a una “taguara” que está ubicada a tres calles lunadas del edificio donde me hospedaba.

 Después de bebernos unas y con un hipo ensordecedor, recuerdo que salimos de aquel oscuro y lujurioso lugar y vimos en el piso a un canoso y barbudo señor con andrajos, acostado en un banco de la plaza y que a simple vista se podía notar lo bien que lo había pasado la noche anterior junto a sus fieles y perrunos amigos. La escena llamó nuestra atención y en seguida el doctor Zambrano comentó  a todo gañote: 

- “No te la envidio porque yo las he tenido peores”

A lo que el borracho contestó con voz de ultratumba:

-¿Has tenido peores qué, mujeres? jajaja no te envidio.

Zambrano replicó y con tono melodioso dijo:
-¿Quieres qué te invite unas más? Sé deseas, puedes disfrutar de dos rondas con nosotros y decidimos que hacer con nuestras mujeres.

Decidimos comprar provisiones y sentarnos en el mismo banco donde descansaba nuestro desconocido amigo. La noche  se hizo larga, y cada silueta que pasaba ante nuestros ojos desorbitados admirábamos con detenimiento.
 Salimos  gateando del lugar y recuerdo que al llegar al hotel había perdido las llaves, cartera y hasta los “realitos” que tenía en los bolsillos. Sin más nada que hacer volví a la misma plaza a dormir en el mismo banco donde había perdido todo, y quien sabe qué más.