sábado, 28 de mayo de 2011

Misterio del Mothman "El Hombre Polilla" primera parte

                   ¿Leyenda urbana o figura criptozoológica con  múltiples testigos?

   Uno de los misterios recientes más enigmáticos y difundidos  es el de las apariciones del Mothman, o el hombre polilla, un extraño ser cuya aparición mucha gente cree que  suele ser premonitoria de alguna catástrofe. Conozcamos un poco más al Mothman.
  Las primeras noticias de avistamiento de la extraña criatura, datan de 1960 y tienen su origen en Cornstalk, Virginia, Estados Unidos, cuando un padre y su hija viajaban tranquilamente en su auto, de repente se toparon con la figura alada y de forma humana, de más de 2 metros, de grandes e hipnóticos ojos rojos y cubierta de un pelaje  gris oscuro. 
 Sus siguientes apariciones fueron en noviembre de 1966, y cuando los testigos repitieron la descripción calcada de la criatura avistada 5 años atrás, la leyenda comenzó a extenderse por la zona como la pólvora.
   El 1 de noviembre un vecino de la ciudad de Charleston que se identificó como Richard West comunicó a la policía que un ser alado con aspecto humanoide, de unos dos metros de altura y unos tres de envergadura en sus alas, permanecía en lo alto de una vivienda cercana, para ascender verticalmente “como un helicóptero”. Destacaban sus brillantes ojos rojos.
  El 12 de noviembre de 1966 cerca de Clendenin, en  Virginia. Cinco hombres se encontraban en el cementerio local, preparando la fosa para un entierro, cuando algo que parecía un ser humano, despegó de algunos árboles cercanos y voló sobre sus cabezas. Los hombres estaban confundidos pues no parecía ser un pájaro, sino más bien un hombre con alas

                                                         

   La noche del 14 de noviembre, dos parejas formadas por Roger y Linda Scarberry, y por Steve y Mary Mallette, que paseaban en coche en Point Pleasant ( Virginia Occidental) junto a unos depósitos militares, conocidos  como TNT, observaron  una criatura de unos 2 m de altura, con dos alas plegadas a la espalda y que les miraba con dos brillantes ojos de color rojizo.
    Aceleraron, pero a pesar de alcanzar los 160 km/h la criatura les seguía muy de cerca y sin aparente esfuerzo, a unos metros del coche y sin agitar sus enormes alas de más de 3 metros de envergadura. Sólo un fino chirrido, similar al emitido “por un ratón grande”, acompañaba a aquel extraño ser alado hasta que  desapareció.
Loren Coleman, periodista y escritor de la investigación “Mothman”
 junto a Linda Scarberry (principal testigo de los avistamientos)


    El  alcalde de la localidad, al escuchar excitados a los testigos, se desplazó de inmediato a la zona, que albergaba una fábrica de explosivos así como numerosos depósitos de almacenamiento muchos de ellos subterráneos, pero no encontró nada, tan solo una leve interferencia en su radio.“Fueron aquellos dos grandes ojos rojos, como faros de automóvil, lo que nos sobrecogió”, declararían poco después los testigos.



    A las 10 y media de la noche de esa misma noche, Newell Partridge, un contratista local que vivía en Salem a unos 90 kilómetros de Point Pleasant, estaba viendo la televisión cuando la pantalla se oscureció de repente. Su perro llamado “Bandido”, comenzó a aullar en el porche delantero por lo que Newell salió a ver lo que estaba pasando.
    Cuando salió al porche, Newell vio a Bandido ladrando hacia el granero que estaba a pocos metros de la casa. Newell apuntó con la linterna hacia esa dirección y vio dos círculos de color rojo que comparó con los reflectores de una bicicleta. El perro salió entonces disparado hacía aquellos ojos rojos, mientras Newell regresaba a casa en busca de su escopeta. Presa de un temor absoluto, decidió no volver a salir y durmió aquella noche con el arma sobre la cama.

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