Sueños Prehistóricos

      Un día fuimos de viaje de estudio al parque la Llovizna en Ciudad Guayana con los compañeros del congreso de metalúrgica  y un guía.

     Empezamos a recorrer el lugar y el guía nos explicaba y mostraba cada uno de los paisajes. En un momento de descuido, mi mejor amiga y yo nos equivocamos de camino y nos perdimos por completo de los demás.

    Quisimos encontrarlos pero el espacio era muy grande y fue inútil la búsqueda. Continuamos caminando siguiendo las señales y nada que hayamos a nuestros compañeros. Ya desesperadas, decidimos descansar y buscamos los árboles más altos que nos dieran sombra. De repente escuchamos un ruido muy extraño, no podríamos describir aquel sonido tan espeluznante y  particular. Empezamos a correr muy rápido, pero cada vez el ruido lo sentíamos más cerca. 

   Después de una larga caminata encontramos una laguna, en donde nos sentamos a beber agua y comer algunas galletas de nuestras mochilas.

   Mi compañera descubrió entre un montón de hojas un hueso muy extraño y una pisadas gigantes que parecían de dinosaurio. Muy asombradas nos acercamos lentamente, de pronto resbalamos y  caímos en un lugar muy oscuro; después de ver por unos segundos todo negro se encendió una luz y para nuestra sorpresa habían numerosas clases de las prehistóricas criaturas.

   Quedamos impresionadas por aquel hecho tan fantástico. En nuestros bolsos teníamos cámaras y de inmediato comenzamos a fotografiar a las bestias. 

  La luces de los flash resplandecían ante nuestros ojos y de repente sentí un pellizco que me hizo estremecer y una voz que me dijo:

-María despierta, despierta  ya llegamos.

  Me había quedado completamente dormida en el autobús que nos llevaba al parque. Sin duda un sueño muy particular que jamás podría olvidar.