Agua larga es un hermoso y pintoresco pueblo de la sierra falconiana, y es allí donde surge la historia de un niño de 5 años quien desaparece en extrañas circunstancias ya que no acostumbraba a alejarse mucho de su casa. A pesar de que en agua larga la mayoría de sus habitantes comparten nexos familiares, nadie podía dar razón de la ubicación del pequeño, por eso todos se abocaron en su búsqueda, pero después de largos días ésta resultó infructuosa y los padres comenzaron a desesperarse.
Tras la extraña situación surge el comentario de uno de los vecinos del pueblo quien indica: -Seguramente fue raptado por uno de los duendes que bajan por la noche de la rivera- Esos seres extraños, diabólicos y pequeñitos tenían la fama de llevarse a los niños a las montañas y mantenerlos a su lado alimentándolos con frutas y jugando con ellos para no sentirse tan solos.
Tras aquel comentario otro de los pobladores manifiesta que en esos casos la solución es que el "padrino de agua" del infante lo llame para que este lo rescate. Entonces sin tiempo que perder comenzaron a ubicar al mencionado padrino, quien inmediatamente se incorporó al grupo de búsqueda y procedió a llamarlo.
Para sorpresa de todos, al poco rato escucharon la voz del niño que les dice: !Aquí estoy¡ !Aquí estoy¡ todos acuden al sitio de donde surgía la voz y allí estaba el niño en un lugar rodeado de cardones y tunas muy espinosas , tanto que tuvieron que recurrir al uso de machetes para poder sacarlo. Sin embargo, al preguntarle cómo había llegado hasta ese sitio, éste les respondió que el andaba jugando con un enanito y que este lo había dejado allí y le dijo que se quedara tranquilito que ya lo venían a buscar.
Para muchos fue asombroso. Evidentemente el llamado del "padrino de agua" pudo alejar a los malvados duendes y rescatar a su inocente ahijado.
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