lunes, 27 de junio de 2011

Mentira salvadora

Era en el año 1969. Estaba de permiso pues prestaba el servicio militar en el Atanasio Girardot de Coro, Falcón, estadía que era muy activa por la presencia de grupos guerrilleros en las zonas montañosas de ese estado, donde constantemente hacíamos operativos en busca de esos grupos insurgentes. A los soldados les gustaba irse a los teatros de operaciones . De ahí se salía en en pelotones a operativos en la Sierra de Falcón que duraban días y semanas. Durmiendo en el monte, algunas veces no conseguíamos ni una mosca, porque los guerrilleros eran muy escurridizos.Sin embargo valía la pena irse a estos operativos porque por 40 días daban 10 de permiso.

Gozando de esos 10 días de permiso, en Acarigua, le caí bien a una empleada de una panadería cerca de mi casa, en el Barrio Andrés Bello y un día me invitó a su casa.  Una noche la visité, luego de caricias previas nos sumergimos en una intensa pasión. Pasada la media noche luego de que se me cumplieran todas las fantasías sexuales  que tenía aquellas noches en las montañas decido irme a mi casa.
Cuando voy llegando a la avenida, vienen cuatro tipos y uno de ellos dice: ¡ay pajarito! y se vienen a la acera donde voy caminando.
Por supuesto que las intenciones eran de someterme y atracarme, pero cuando ya están por toparse conmigo les digo: mosca chamos que allí está la policía.
Uno de ellos pregunta: ¿ dónde? y les señalo con el dedo indicando al otro lado de la calle. En ese momento de sorpresa para ellos aproveché para arrancar una veloz carrera, cruzo en la avenida y me detuve a mirar en la siguiente cuadra y veo a los tipos que van pero en sentido contrario ,  los tontos se regresaron para no encontrarse con la policía que nunca estuvo.

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